Un mes sin fumar

" UN MES SIN FUMAR " son palabras mayores.
 Quedan lejos esos momentos de deseos irrefrenables por llevar un cigarrillo a nuestra boca y aspirar una buena calada de humo. El tiempo pasa y nos queda el pensamiento de que no era para tanto, cómo a sido posible mi adicción a la nicotina tantos años y ahora sin apenas esfuerzos hemos podido liberarnos de las pesadas cadenas de la nicotina.

La fuerza de la nicotina es físicamente moderada pero la adicción psicológica es muy fuerte, somos nosotros los que durante años de adicción hemos dotado de propiedades a este alcaloide, y no son reales, aquí está el secreto de la adicción. "Un enemigo será más fuerte cuanto más fuerte pensamos que es, de igual modo más difícil será vencerle".

Vamos a ver más detenidamente esta idea que os traigo hoy sobre la venda que tapa nuestros ojos sobre las verdades del tabaco:

"No puedo estar más de una hora sin fumar", "¡se me hace insoportable!". Piensa por qué es tan difícil aguantar unas horas sin fumar, si fuera tan complicado o la adicción tan insoportable por qué a media noche, durante el sueño, no te despiertas a fumar. No será que tu mente es la que te envía la señal que es necesario un cigarrillo cada media hora para aliviar los bajones de nicotina que suelen aparecer a los 30 minutos desde el último cigarrillo.
 Cuando te vengas las ganas de fumar, esto va para quienes piensan dejarlo o están en los primeros días de abandono, dile a tu mente: Si puedes aguantar toda la noche sin nicotina también puedes aguantar todo el día del mismo modo, estarás enseñando un pensamiento nuevo a tu cerebro, y ten por seguro, que es muy terco pero al final aprenderá la nueva situación que le impones.

Ahora vamos a analizar en que situaciones el fumador necesita fumar o le es agradable hacerlo, puedes hacer una pequeña encuesta entre tus amigos fumadores, aquí os dejo una lista de los mejores momentos de mis amigos, te sorprenderán las respuestas:

Antes de dormir.
Al despertar con el café de la mañana.
Después de practicar sexo.
Después de comer.
Con el café de la tarde.
Cuanto tomo alcohol ( aquí todos coinciden que se dispara el consumo ).
Para estudiar.
Para estar relajado.
Para no dormir cuando se tiene sueño.
Ante una situación inesperada o tensa.
Para coger una llamada " preocupante ".
Leyendo un buen libro o viendo una película en casa.
Cuando estoy aburrido.
Cuando espero en la calle.
En una terraza con la pareja o con amigos.
Cuando intento concentrarme.
Cuando estoy muy relajado.
etc, etc, etc...

Sabes si analizamos todas las situaciones que antes has leído qué tienen en común:  NADA.  El tabaco vale para todo, para todas las situaciones, por dispares y opuestas que sean, somos nosotros los que hemos asociados la nicotina con estas situaciones y aquí radica la dificultad del abandono, somos nosotros los que nos encadenamos a la nicotina, es nuestro cerebro quién nos engaña,
¿ PARA QUÉ ? muy fácil para asegurar la siguiente dosis de nicotina y aliviar los primeros síntomas de los mini periodos de abstinencias, entre un cigarrillo y el siguiente.

Has visto cómo nuestro cerebro nos hace percibir de manera errónea la realidad con el único fin de asegurar el abastecimiento de nicotina. De aquí se deduce que nos es placentero fumar, no es agradable, por el contrario es asqueroso, desagradable, mancha tus dedos y dientes, apesta tu aliento y tu ropa, desprendes un olor penetrante y muy molesto para quienes no fuman.

Yo tengo mascotas, mi chili y mi nene, una pequeña perrita y un gato, a veces suelo encender un humedificador con aceites esenciales que aromatiza toda la estancia con un olor muy agradable, mi gato como todos los gatos, es muy sensible a los olores y en ese momento suele dormir plácidamente ajeno a los aromas de la habitación; todo lo contrario de cuanto era fumador, podía estar profundamente dormido, junto a mí en el sofá, que sólo oír el chasquido del mechero era señal suficiente para que abandonara apresuradamente el salón, ni siquiera daba tiempo a encender el cigarrillo. Imagina lo agradable que es el humo del tabaco para los animales.

O piensa cuando fumaste por primera vez, la asquerosidad de ese momento, la tos, el mareo y la sensación desagradable de que hago asqueroso había atravesado tu garganta y llegaba a tus pulmones. Por qué pasó aquello y en cambio ahora, tras años fumando, no notas nada e incluso es todo lo contrario, es " muy placentero ". De nuevo una respuesta incómoda o al menos sorprendente: Tu cerebro hace todo lo posible por minimizar los síntomas cuando fumas para así favorecer que le das su siguiente dosis de nicotina . INCREÍBLE pero cierto.

Si eres fumador y deseas dejar esta adición al menos considera mis palabras o siéntate un momento y piensa en ellas. Puedes consultar con tu médico que puede ayudarte a conseguir abandonar el tabaco.

Un saludo. Jesús Moreno.













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